Una diva visitó a la otra. Mirtha Legrand -vestida elegantemente de turquesa- fue al programa de Susana Giménez. La diva de los almuerzos esperaba ver a Antonio Gasalla para "reconciliarse" aunque es "muy buen humorista" y "ni me acuerdo porqué me enojé con él", tal fue así que hasta le mandó un beso. Pero quien encarna a la "abuela" no se encontraba en el estudio. Por lo pronto, La Chiqui tuvo que encontrarse con "el otro" humorista con el que cuenta la diva, el inaguantable Miguel Del Sel en el personaje de La Tota -por suerte estuvo muy poco tiempo-. "Habíamos arreglado este paso de comedia", comentó al final la señora Legrand, no pudiendo contenerse el "secreto", que no hacía falta que lo dijera para que nos demos cuenta que así era (la Tota bromeó con la edad de la señora al decir que "tengo unos cuantos años menos que vos", mientras le dejaba un gigante ramo de rosas).
"Estar vigente a mi edad, es único en el mundo", expresó la abuela de Juanita Viale, cuando Susana le preguntó cuál era su mayor logro. Pero Mirtha, incisiva como siempre, se atrevió a preguntarle a su "amiga" si era cierta su pelea con Gustavo Yankelevich, productor general del ciclo que ya lleva 20 años en pantalla. "Es mentira", se excusó Susana e indicó que cuando él se enoja, ella le habla serenamente y todo se soluciona.
Nuestra querida lectora, quien ingresó al estudio bajando las escaleras -vestidas de alfombra roja especialmente preparadas para ella- cuando habían pasado 15 minutos de las 21, no quiere confirmar que seguirá con los almuerzos por la pantalla de América tal como lo adelantó este blog semanas atrás cuando dialogó con la diva, aunque lo dio a entender. El programa -emitido por Telefé- se extendió hasta las 22.20, algo que no es habitual, y hubo picos de 25 puntos de rating, según Ibope.
Nos lo aportó Televisión y Medios, un blog que se afilió a Rewista Web
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